Nicolay Marchuk
LAS REFORMAS LIBERALES Y LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN AMÉRICA
LATINA
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I. CUESTIÓN ANTICOLONIAL EN LA GUERRA DE
INDEPENDENCIA
§ 1. El régimen colonial: una dependencia meramente
política?
§ 2. "Las venas abiertas de América Latina"? Lógica del
crecimiento económico de las colonias.
§ 3. "Feudalismo" - "capitalismo": una
discusión inconclusa.
CAPITULO II. LAS CONTRADICCIONES INTERNAS EN LAS COLONIAS
§ 1. Acerca de los principales enfoques en la historiografía
rusa.
§ 2. Las limitaciones al desarrollo de la propiedad privada
sobre la tierra.
§ 3. Las limitaciones a la formación del mercado de la mano de
obra.
§ 4. Agudización de las contradicciones socio-económicas en el
linde de los siglos XVIII-XIX.
CAPITULO III. LOS CONTORNOS DE LA REVOLUCIÓN BURGUESA EN
IBEROAMÉRICA
§ 1. El "separatismo criollo" o la
"guerra nacional". Sobre las fuerzas motrices y hegemonía en la
Emancipación.
§ 2. Las experiencias iniciales de las revoluciones
burguesas.
- La revolución criolla en Rio de la Plata.
- La revolución criolla en Venezuela y Nueva Granada.
- La revolución brasileña.
CAPITULO IV. LOS RESULTADOS BURGUESES DE LA EMANCIPACIÓN
LATINOAMERICANA
§ 1. El librecambismo.
§ 2. Los cimientos de la economía mercantil.
§ 3. La sociedad civil.
§ 4. “El Estado de derecho”.
CAPITULO V. EL DEMOCRATISMO REVOLUCIONARIO CONTRA EL
LIBERALISMO
§ 1. Los Atahualpa, Moctezuma, Caupolican y otros: contenido y
carácter de la lucha indígena por la independencia.
§ 2. Movimiento emancipador de los esclavos negros. Triunfo y
tragedia de la Revolución Haitiana.
§ 3. Agrarismo radical: "vía farmer" o "socialismo campesino"?
- Méjico: La lucha liberadora popular bajo la dirección de M. Hidalgo y J.M.
Morelos.
- El movimiento de J.T. Boves en Venezuela: reacción o revolución?
- La revolución paraguaya (1810-1840).
CONCLUSIONES. De la ideologia a la ciencia sobre revoluciones
burguesas.
La introducción se gira alrededor de un conocido cuento
hindú el cual postula que éranse una vez los sabios ciegos a los que
trajeron un elefante y pidieron determinar qué lo que era. Uno tocó la pata y
declaró que es un árbol. El otro tocó la cola y concluyó que es una
serpiente... De este modo hace miles de años se ilustraba en la filosofía la
imposibilidad de conocer un todo sólo a través de una parte de ello.
Esta situación del cuento es también aplicable a la imagen
tradicional, sea liberal o marxista, de una revolución burguesa, y nos sugiere
que la elevación de la Revolución Francesa al rango de la "clasica", a una
"medida segura" para conocer las demás revoluciones burguesas, lo cual es
inherente a dicha tradición, es capaz de proveernos, en el mejor de los casos,
la imagen de un "arbol" en vez de un "elefante" que pretendemos encontrar.
No es difícil prever el final del cuento, puesto que la
inevitable disputa entre los sabios les sugerirá la necesidad de estudiar su
objeto por todos los lados y así encontrarán al elefante. En cambio en el
estudio de revoluciones burguesas la búsqueda de la verdad es dificultada por el
hecho de que la tradición liberal-marxista hasta ahora no se ha cuestionado a
fondo. Es cierto que los "revisionistas" de Francia hicieron mucho por
rechazar la tradición en la investigación de la Revolución Francesa,
particularmente de su etapa jacobina. Sin embargo en este país el experimento
social de Robespiere fue interrumpido dentro de 13 meses por el thermidor
burgués. Por consiguiente es imposible aprobar, si la etapa jacobina había sido
"netamente burguesa", como postula la tradición, o un "desvío de la
revolución burguesa", como sostienen los "revisionistas". La historia no
conoce los subjuntivos.
Muy distinto es el caso de América Latina, donde aquellos
Robespieres gobernaron a veces por décadas y donde en general durante varios
siglos la praxis social de diferentes corrientes políticas, ideológicas o
religiosas se desarrolló en condiciones cuya pureza podría ser comparada con las
de un laboratorio científico. Pero, siendo dicha región una "periferia" del
sistema mundial, hasta ahora merece una correspondiente atención entre los
investigadores, quienes, incluyendo a los rusos, suelen enfocar las revoluciones
latinoamericanas con criterios europeos, lo que equivale a que el segundo sabio
del cuento hindú trate también de encontar un "árbol" en la cola del elefante
que examina.
El autor del presente libro rechaza los criterios
europocentristas y parte en su estudio de las condiciones propiamente
latinoamericanas, obteniendo en consecuencia una imagen bastante insólita de la
revolución burguesa, del liberalismo y del democratismo revolucionario. Entiende
perfectamente que una investigación parcial, o sea de la "cola", tampoco tendrá
por resultado el "elefante" que se busca, mas considera que la discusión,
provocada por ésta, será el camino mejor hacia la verdad científica.
En el primer capítulo se analizan numerosos intentos de
explicar el carácter burgués de la Emancipación con el hecho de haber destruido
ella el sistema colonial "feudal y absolutista" de España y Portugal, así como
la más difundida interpretación de la misma como una revolución meramente
política que trajo sólo la independencia política, pero dejó intacta la vieja
estructura socio-económica.
El autor revela los elementos más importantes del régimen
colonial, muestra su identidad tanto en las colonias de España y Portugal,
supuestamente "feudales", como en las "capitalistas", esto es de
Inglaterra, Francia u Holanda. Sostiene que dichos elementos constituían parte
inherente de la estructura colonial, protegida por la correspondiente
superestructura. Es por ello que durante medio siglo toda una serie de guerras
emancipadoras, al liquidar el régimen colonial en distintas comarcas de América,
produjo cambios tanto en la superestructura, como también en la estructura.
Dicha conclusión implica modificaciones en el propio concepto
de la "revolución burguesa": para que éste sea valido a todo el espacio del
sistema mundial capitalista, se debe excluir del mismo los rasgos específicos de
su "centro" y dejar solo aquellos que aproximan ese "centro" a la
"periferia".
Al examinar las premisas de la crisis del coloniaje, el autor
muestra cuán unilaterales son las ideas acerca del parasitismo exclusivo de las
metrópolis y de su capital comercial, ideas de A. G. Frank reforzadas por la
pluma de Eduardo Galeano en su famosa obra "Las venas abiertas de América
Latina". Se dan numerosas pruebas de que el mercado transatlántico no se había
creado a través de una mera incorporación de territorios conquistados al
intercambio comercial, sino por medio de la edificación en América de todo un
sistema de la gran producción mercantil. A medida que ésta creció,
se conformaron y se consolidaron las fuerzas sociales interesadas en la
destrucción del coloniaje.
Es más, a base de numerosos hechos concretos se muestra en el
capítulo cómo las brechas en las baluartes coloniales, que se abrían, se
ensachaban y se multiplicaban durante todo el siglo XVIII, no fueron producto
sólo del poder del comercio extranjero (en primer lugar, del inglés), sino
también de la producción mercantil en las colonias de Iberoamérica que se
desprendía a su encuentro. Fue esa doble presión — del exterior y del interior —
la que formaba el yunque y el martillo, los cuales destruyeron precisamente
juntos el régimen colonial.
Cuál fue la naturaleza social de esta presión interior? Qué
régimen social aspiraba de las cadenas coloniales a la libertad? En busca de
respuestas a las preguntas planteadas el autor se ve obligado a meterse en la
vieja discusión sobre el carácter de la colonización y de los modos de
producción formados en la Iberoamérica colonial. Analizando los enfoques más
difundidos y examinando los argumentos de distintos participantes de la
discusión, el autor formula su propia posición. Ésta, a pesar de sostener el
carácter capitalista de la Conquista, queda muy lejos del postulado de A.G.
Frank, según el cual la América Latina se convirtió en capitalista en cuanto su
tierra pisó el pie del conquistador. Al contrario, el autor considera que para
convertir a América en capitalista, primero, al capital europeo "emanado" al
continente y, después, al capital criollo todavía les tocaba destruir, erradicar
y reducir a cenizas en demasía, y al mismo tiempo — erigir también en
demasía.
Qué es lo que lograron hacer en este sentido durante los tres
siglos del coloniaje? Y qué es lo que le faltaba por acabar a la Emancipación
latinoamericana?